Ya han pasado 3 años, 3 años desde aquél Domingo en que te fuiste Abuela, 3 años, en los que tu asiento en la iglesia de San José está vacío, porque si, se puede seguir sentando gente, toda la que quiera, pero ese hueco en la primera fila de la iglesia de la bancada de la izquierda, seguirá siendo tuyo toda la vida, aunque ya no estés para ocuparlo.
Para quién no la conociése, la verdad, lo siento por ellos, porque podrían haber aprendido mucho, era una señora de apariencia frágil y menuda, llegó a sus últimos años sin haberse puesto mala en su vida, sin haber tomado una pastilla nunca para nada, no sabía que era eso de un paracetamol. Luego, cómo es lógico pues los achaques hacen mella en todos y alguna que otra pastilla si que cayó. Era una persona muy nerviosa, cómo una vez le dijeron, se preocupa usted por lo qué pasa, por lo qué pasará, por lo qué puede que pasé en un futuro,por lo que puede que pase si ocurriese lo anterior, así era ella en ese sentido.
Pero me imagino su respuesta a esa afirmación, sonreiría, y diría: Tiene usted toda la razón, porque eso es algo de lo primero que aprendí de ella, su enorme educación y respeto a los demás. Nunca la oi pronunciar un taco ni un insulto, ni nada que se le pareciese.
Todavía recuerdo cómo si fuese ayer cuando mi primo Jaime, jugando a fútbol se hizo un esguince en el tobillo y tuvieron que escayolarlo, mi tía llamó a casa para contar la noticia y mi abuela estaba allí, viendo la cara que ponía de asombro mi padre y entendiendo que algo le había pasado a su nieto mayor, pero sin saber que era un simple esguince, se medio desmayó en el pasillo de casa.
Otra cosa aún más valiosa que me enseñó fue el amor a la familia, ella que tuvo 3 hijos (Tita Luisi, mi padre y Tita Inma), 6 nietos (Jaime, Ana, Inma, Juanín, Hacho y yo) y conoció a una Biznieta (Elena), estaba orgullosísima de todos y cada uno de nosotros, y nos quería a todos con locura.
(Parte de la herencia que dejó aquí) |
Ahí nos enteramos de muchas anécdotas de su infancia y adolescencia, también dejaba frases para el recuerdo, como la de que si llega a ser en estos días ella se hubiese separado, aunque yo no lo creo.
(Abuelo y Abuela con Juanín) |
No le gustaba mucho comer, sobre todo lo que no era de su especial agrado, porque al dulce no le hacía feo alguno, supongo que en eso he salido a ella.
Es cierto que podía y tenía que haber pasado mucho más tiempo con ella, sobre todo los Sábados que era los días en que mi padre iba con ella a pasear, y que a mi me pillaba en la época de empezar a salir y no le daba tanta importancia. Otros días iba con mi tía Tita Luisi a merendar, cosa que a ella le gustaba mucho y el resto de días los pasaba muy bien cuidada en casa de mi tía Tita Inma.
Hablando de cuidados, de familia y de ser agradecida, aún recuerdo un día, estando yo de prácticas de enfermería y ella ingresada por un problema de salud, aprovechando que Tita Inma había salido al pasillo y estábamos ella y yo solos, me dijo.
Ay hijo, no sabes lo mal que lo pasé ayer que no me salía lo que yo quería decir y no me entendíais y lo angustiada que pasé la noche pensando que no iba poder daros las gracias a todos por lo bien que me tratais y me cuidais, da gusto tener esta familia.
Todos te echamos de menos Abuela, todos sentimos tu falta sobre todo y cómo decía antes en las cenas de Nochebuena, pero sabemos que allí en el cielo, porque seguro que estás allí, por habértelo ganado en vida y por la creencia que en él tenías, nos estás viendo y cuidando como cúando estabas aquí con nosotros.
Yo simplemente puedo dar las gracias a Dios por haberme dado una familia cómo la que tengo, y a ti, por todo lo que me enseñaste en los años que estuvimos juntos y que no olvidaré nunca, espero que dentro de muchos años nos volvamos a encontrar y poder agradecertelo personalmente. Un beso muy grande y cómo tú bien sabes, tu nieto pequeño Te Quiere Mucho.