jueves, 24 de mayo de 2012

3 años después

Hoy 24 de Mayo, sabiendo como se que tengo pendiente un post acerca de la intrahistoria del viaje a Lisboa, no podía dejar pasar este día sin dedicárselo a mi Abuela María Luisa, una persona muy influyente e importante en mi vida.

Ya han pasado 3 años, 3 años desde aquél Domingo en que te fuiste Abuela, 3 años, en los que tu asiento en la iglesia de San José está vacío, porque si, se puede seguir sentando gente, toda la que quiera, pero ese hueco en la primera fila de la iglesia de la bancada de la izquierda, seguirá siendo tuyo toda la vida, aunque ya no estés para ocuparlo.

Para quién no la conociése, la verdad, lo siento por ellos, porque podrían haber aprendido mucho, era una señora de apariencia frágil y menuda,  llegó a sus últimos años sin haberse puesto mala en su vida, sin haber tomado una pastilla nunca para nada, no sabía que era eso de un paracetamol. Luego, cómo es lógico pues los achaques hacen mella en todos y alguna que otra pastilla si que cayó. Era una persona muy nerviosa, cómo una vez le dijeron, se preocupa usted por lo qué pasa, por lo qué pasará, por lo qué puede que pasé en un futuro,por lo que puede que pase si ocurriese lo anterior, así era ella en ese sentido.

Pero me imagino su respuesta a esa afirmación, sonreiría, y diría: Tiene usted toda la razón, porque eso es algo de lo primero que aprendí de ella, su enorme educación y respeto a los demás. Nunca la oi pronunciar un taco ni un insulto, ni nada que se le pareciese.

Todavía recuerdo cómo si fuese ayer cuando mi primo Jaime, jugando a fútbol se hizo un esguince en el tobillo y tuvieron que escayolarlo, mi tía llamó a casa para contar la noticia y mi abuela estaba allí, viendo la cara que ponía de asombro mi padre y entendiendo que algo le había pasado a su nieto mayor, pero sin saber que era un simple esguince, se medio desmayó en el pasillo de casa.

Otra cosa aún más valiosa que me enseñó fue el amor a la familia, ella que tuvo 3 hijos (Tita Luisi, mi padre y Tita Inma), 6 nietos (Jaime, Ana, Inma, Juanín, Hacho y yo) y conoció a una Biznieta (Elena), estaba orgullosísima de todos y cada uno de nosotros, y nos quería a todos con locura.

(Parte de la herencia que dejó aquí)
Mis mejores momentos a su lado son precisamente en días cómo el de la foto de arriba, en las Navidades, sobre todo la Nochebuena, esa era y sigue siendo para mi el mejor día del año, el día que toda la familia nos juntamos para cenar, en esas cenas, con mi abuela presidiendo la mesa, se la veía feliz y hacía ver el orgullo que antes comentaba por lo que era y es una verdadera FAMILIA que en gran parte es culpa suya.

Ahí nos enteramos de muchas anécdotas de su infancia y adolescencia, también dejaba frases para el recuerdo, como la de que si llega a ser en estos días ella se hubiese separado, aunque yo no lo creo.

(Abuelo y Abuela con Juanín)


No le gustaba mucho comer, sobre todo lo que no era de su especial agrado, porque al dulce no le hacía feo alguno, supongo que en eso he salido a ella.

Es cierto que podía y tenía que haber pasado mucho más tiempo con ella, sobre todo los Sábados que era los días en que mi padre iba con ella a pasear, y que a mi me pillaba en la época de empezar a salir y no le daba tanta importancia. Otros días iba con mi tía Tita Luisi a merendar, cosa que a ella le gustaba mucho y el resto de días los pasaba muy bien cuidada en casa de mi tía Tita Inma.

Hablando de cuidados, de familia y de ser agradecida, aún recuerdo un día, estando yo de prácticas de enfermería y ella ingresada por un problema de salud, aprovechando que Tita Inma había salido al pasillo y estábamos ella y yo solos, me dijo.
Ay hijo, no sabes lo mal que lo pasé ayer que no me salía lo que yo quería decir y no me entendíais y lo angustiada que pasé la noche pensando que no iba poder daros las gracias a todos por lo bien que me tratais y me cuidais, da gusto tener esta familia.

Todos te echamos de menos Abuela, todos sentimos tu falta sobre todo y cómo decía antes en las cenas de Nochebuena, pero sabemos que allí en el cielo, porque seguro que estás allí, por habértelo ganado en vida y por la creencia que en él tenías, nos estás viendo y cuidando como cúando estabas aquí con nosotros.

Yo simplemente puedo dar las gracias a Dios por haberme dado una familia cómo la que tengo, y a ti, por todo lo que me enseñaste en los años que estuvimos juntos y que no olvidaré nunca, espero que dentro de muchos años nos volvamos a encontrar y poder agradecertelo personalmente. Un beso muy grande y cómo tú bien sabes, tu nieto pequeño Te Quiere Mucho.




lunes, 19 de marzo de 2012

Tapa, que cae pared: A mi Padre

Como para la mayoría de nosotros nuestro padre es el mejor del mundo, pero en mi caso es así, y aunque tengo muchos post pendientes no podía pasar este 19 de Marzo día de San José sin dedicárselo a esta gran persona. Hoy hablaré de él como padre, su dedicatoria como persona la dejo para otro día. Comenzamos.


En Oporto

Mi padre y yo nos conocémos desde hace 23, casi 24 años, y no hay día que no de gracias a Dios por haberlo escogido para ser mi padre, como decía antes es el mejor del mundo.


Mi padre a la izquierda, en su época de jugador de balonmano
Antes de nacer mi hermano Juan y más tarde yo, ya luchó, y peleó por nosotros, por poder traernos a este mundo, y eso es algo que nunca le podré agradecer de la forma que se merece, de ahí que cuando oigo a alguien decir que está a favor del aborto, me de pena de esa criatura no pueda conocer ni este mundo ni pueda tener alguien en quién confiar y tenerlo siempre cerca como yo.

El título de este poste "Tapa que cae pared" es algo que tengo muy marcado desde pequeño, era lo que me decía cuando me sacaba de la bañera y me tapaba, y cada vez que salgo de la ducha la recuerdo como si me la estuviese diciendo, él siempre me contó que era lo que su padre le decía a él también de pequeño y si mal no recuerdo es la primera frase "mítica" que recuerdo.

Otra cosa que tengo que agradecerle es su amor al deporte, y el cúal me ha inculcado, cuando mi hermano entrenaba a fútbol y yo bajaba del colegio en Contrueces allí me estaba esperando con mi merienda, (un bocadillo de Nocilla) y la equipación de fútbol entera, botas de tacos incluidas, para jugar conmigo mientras Juanín entrenaba. Pero en el deporte también dejaba sus enseñanzas, recuerdo como cada vez que no marcaba gol, o me quejaba en el coche de vuelta a casa, él siempre me decía: "Pues nada, déjalo" muy lejos de lo que él pensaba, sólo que sabía y sabe todavía dónde picarme para que de lo mejor de mi mismo.

Recuerdo que siempre que yo tenía que entrenar, él me llevaba y me iba a recoger, nunca se quedaba a ver los entrenamientos, porque eso es dar libertad al entrenador, y no hay por qué estar allí observando, y con el paso del tiempo me doy cuenta de cuanta razón llevaba.
Siempre que podía, que era casi siempre, no se perdía un partido ni de mi hermano ni mío, pero no recuerdo haberle visto dar ni una voz, (supongo que se cansaría de darlas cuando fue entrenador), ni un insulto a un árbitro, ni mucho menos a un rival, si en algún momento oía su típico sílbido era para corregirme algo o llamarme la atención por si se me había escapado algún taco.

Ya casi para acabar el tema deportivo, 2 cosas, no recuerdo que me haya castigado nunca sin ir a entrenar ni a jugar un partido, y eso es algo que agradeceré siempre, hay muchos otros castigos me decía, y si que los había, aún sigo esperando ver Batman con todos mis primos por aquél castigo que me puso por habérseme caído algo de comida al baño....
Y lo último del deporte es que me ha inculcado el amor y el sufrimiento por el Real Madrid, Sporting y Unión Popular de Langreo, es algo que siempre tendré en cuenta, y seguro veremos más Champions del primero y ascensos de los terceros, los segundos no se sabe en que quedará.

Para mi mi padre es alguien muy importante, está claro que si tengo algún problema de cualquier tipo recurriré a él como ya hice muchas veces, y aunque pueda enfadarse conmigo y decir que me busque yo la vida que ya soy mayorin, el se preocupa y ocupa de intentar resolverlo siempre que está en su mano.




Gracias a él, y a mi madre también he conocido casi toda España  y parte del extranjero, en esas vacaciones de verano con el Renault 19, coche en el que también aprendí canciones típicas de cada comunidad autónoma, de la mili, y de clásicos que ahora vuelven a estar de moda.

Mi padre también en un hombre de carácter, y así quería que lo viésemos desde pequeño, pero en realidad es un cacho de pan, una muy buena persona, que se preocupa de los demás, que se interesa por sus vidas, (sólo hay que ir con él por el Muro o la Calle Corrida y descubrir a cuanta gente conoce, y cuántos le están agradecidos), y además de todo ello es entrenador nacional de balonmano, alférez, el mejor profesor de matemáticas, y sin desmerecer a nadie el mejor Director que un colegio ha podido tener.

Una de sus fotos favoritas, en el sitio que mejor conoce "El Tikio"


A mi padre y mi madre, también les tengo que agradecer el que hayan peleado por darnos la mejor vida posible a mi hermano y a mí, pagándonos clases particulares de inglés, mandando a mi hermano a estudiar fuera, (aunque para todos fueron 5 años algo duros y largos), llevándonos a médicos y dentistas, comprando el piso donde vivimos, que es una pasada, peleando por llegar a fin de mes, sin aceptar nuestra ayuda, comprándonos la mejor ropa posible, los mejores móviles del momento, y todo lo que necesitásemos, sin echar nada en cara, sólo que lo cuidasemos.

Pero si hay algo que especialmente tengo que agradecerle, es su ilusión con los Reyes Magos, el no perderse una cabalgata, que la noche del 5 al 6 de Enero en mi casa se duerma más bien poco, y que nos contagie su ilusión y alegría por la Navidad y la creencia en Dios, algo que también le tengo que agradecer que me haya trasmitido.


Una navidad en nuestra antigua casa
Ya para ir acabando, porque podría seguir y seguir mucho tiempo, Papi, te doy las Gracias por ser como eres y por cómo te portas conmigo, y que no hay cosa que más me alegre que me digan que soy igual que tú, y aunque este Día del Padre estemos por primera vez separados a unos 500 km de distancia quiero que sepas que cada día me acuerdo mucho de ti, y quiero que esta sea una particular felicitación de tú día, aunque te mereces todos los del año.

Te quiero mucho y sigue siendo así. Feliz día del padre desde Oporto.


Tus 2 hijos que te quieren mucho.

viernes, 10 de febrero de 2012

Maaaaaaaari ven acá que estos guajes van matame

Por  fin, tras mucho tiempo vuelta al blog, pero en este tiempo he estado muy ocupado poniendo a tono mi nueva vida como Erasmus en Oporto, y por muy sorprendente que sea, esta entrada no será dedicada a esta nueva vida. Comenzamos.
Tal día como hoy, un 10 de Febrero de 2010, el mundo se venía abajo, al menos para mí.
La muerte volvía a pasar de cerca en nuestra familia, y se iba nuestro abuelo,  D. Ángel Menéndez Estébanez,  y digo nuestro porque se que Juanín compartirá muchas cosas de lo que más adelante relataré.
Si ibas por Lada nadie lo conocería por ese nombre, si decías que ibas a ver a Gelín todo el mundo sabría decirte que en el Cantarillón estaría ocupado en su corraleta inventando o trasformando algo.
Mis primeros recuerdos de Gelu como acabamos llamándolo cariñosamente se remontan a la época en la que iba al colegio al San Miguel, allí iba a recogerme con la bici, veíamos aquel perro tan grande que cada día nos dejaba acariciarlo y tras una pequeña parada en el parque me compraba unas patatas especiales que por allí se vendían.
Luego vino la época en la que por motivos de trabajo de mi padre, que tuvo que ausentarse unos meses se quedaba a vivir por semana con nosotros, y a vigilar nuestras comidas, porque allí había mucho que vigilar… Juan, él y yo ya sabemos.
Y a medida que nos íbamos haciendo mayores, la visita de cada Domingo a casa de los abuelos, allí estaba él en las escaleras, hiciese calor o frío, era como los perros, intuía nuestra llegada y nos esperaba periódico en mano para darnos un gran abrazo y decirme el resultado de mi partido del día anterior y preguntarme que tal lo había hecho.
Hablando de partidos, el que con mas alegría recordaré será uno que jugué en mi etapa en el Codema, contra Lasaliana, ganamos 0-1 y yo metí el gol, recuerdo que era en el año 99 y que cuando vi que el balón iba para dentro echar a correr a dedicárselo a él, a mi abuela, a mi tía Nedi y a mi padre, pero especialmente a él, porque uno de sus 2 pinches en mil y una obras por casa había marcado el gol de la victoria.
Siguiendo por la época dominical de Lada cabe destacar las grandes aventuras que pasamos tanto en la huerta, como en la anteriormente citada corraleta, haciendo de las nuestras en ambos lugares.
Ésta fue la mejor época en nuestra relación, en la que él estaba hecho un chaval que se recorría La Felguera-Gijón andando en una mañana y nosotros éramos unos enanos que lo querían tanto como le hacían de rabiar, jugando a la canasta en casa, despertándolo de la siesta, tirándonos encima del seto, y mil y un historias que cada poco me vienen a la mente y no habría cosa que más desease que volver a repetirlas.
Una de las cosas que mas me marcó fue el beso y el abrazo tan grande que nos dimos un Domingo, y el oirlo contar lo mal que lo había pasado la semana entera por haber discutido el Domingo anterior y habernos ido sin habernos despedido de él. Lágrimas no hubo, porque él era así, no recuerdo haberle visto llorar en los 21 años que lo conocí.
Gelu era un hombre que le encantaba leer, y escribir, todavía andan por ahí sus diarios de montaña, que aunque con muchas faltas de ortografía porque él sólo fue a la escuela unos pocos años, y encima piraba pues no aprendió mucha gramática, pero aprendió lo suficiente para enseñarnos cómo se sabe la edad de un árbol, cómo se puede guiar uno en una noche estrellada y cientos y cientos de cosas mientras nos llevaba de paseo, otra de sus grandes aficiones, así como preguntarnos si queríamos que nos preguntase la lección los días que llevabamos deberes, y si accedias a ello y no se lo contabas letra por letra como decía el libro no te daba el visto bueno.
Y llegó la época dura, la época difícil y dolorosa para todos, para él el primero, pero también en la que descubrí  que Abuelo era un gran hombre,  pese a que no  debía llegar al 1,70 ,consiguió revivir prácticamente, una noche mi madre se quedó durmiendo con él por consejo de los médicos que decían que iba a ser su última noche, pero ahí nos demostró a todos que los años y años de gimnasia a las 7 de la mañana con la ventana abierta servían de verdad. Nos enseñó la gran fuerza de voluntad que podía llegar a tener alguien, sobre todo en sus primeros ACV, luego cuando se dio cuenta que cada vez iba a menos y que nunca sería de nuevo ese hombre libre e independiente esperó simplemente a que llegase ese 10 de Febrero a la hora de comer y tras haberle sedado para irse como vivió, sin hacer mucho ruido y queriendo molestar lo mínimo posible.
Atrás quedaban muchas y muchas noches en el hospital durmiendo con él. Tanto mi madre, como mi padre, como Juanín  y yo hicimos un gran esfuerzo, sobre todo mi madre, que sufrió en primera persona momentos muy duros. Pero de esos no voy a hablar, porque ese ya no era mi abuelo, era una persona que estaba enferma y que estoy seguro que no pensaba lo que decía muchas veces ni quería decir lo que de esa boca salía a menudo.
Esta última época que pasó en casa también nos dejó momentos graciosos, como cuando lo acostábamos que Juan y yo íbamos a hacerle de rabiar y ahí soltaba sus quejas y reclamaba a su hija Maaaaaaaaari ven acá que estos guajes van matame gritaba, o sus intentos de patadas por alguna jugarreta, o el día que le dio por regalarnos besos a todos y hacerse fotos con todos nosotros, lástima que no las tenga en este ordenador.
Podría pasarme toda la noche y el día de mañana escribiendo sobre él, y seguro que me quedarían muchas cosas que contar sobre él,  pero creo que ha sido bastante rollo el que he soltado por hoy, así que aquí acaba este primer emotivo post con una despedida especial.
Que estés dónde estés, se que me ves y estás conmigo, así que sigue haciéndolo que yo me seguiré acordando tanto de ti como de abuela Maria Luisa, como de abuelo Antonio y de la Madrina cada día y cada noche antes de dormir, y espero que os sintáis aunque sea la mitad de orgullosos de mi como yo estoy de teneros en mi vida, Os quiero.